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miércoles, 3 de diciembre de 2008

Consejos para Michelle Obama

La británica Cherie Blair advierte a la esposa del futuro presidente de EU sobre los sacrificios que tendrá que hacer cuando su marido llegue a la Casa Blanca

Rachel L. Swarns
El Universal

Miércoles 03 de diciembre de 2008
WASHINGTON.— Se trata de consejos duros —pero no exentos de simpatía—, que una mujer profesional de alto perfil da a otra. Solamente que, en lugar de enviarlos por correo electrónico o darlos a través de una llamada teléfonica, Cherie Blair, esposa del ex primer ministro británico Tony Blair, decidió publicar sus recomendaciones a Michelle Obama en el diario Times, de Londres.
Bajo el título Consejos para Michelle Obama, Cherie le escribe a la futura primera dama estadounidense cosas como “Si tu esposo llega después de que las niñas se han ido a la cama, no llega a cenar, o una vez más, tus planes para el fin de semana quedan totalmente arruinados, sencillamente tienes que aceptar que él tiene cosas más importantes que hacer”, dice la abogada, quien colabora regularmente en el periódico inglés.

Mas adelante continúa: “Resulta irónico que en nuestros días, en los que buscamos incesantemente la igualdad, aquellas que están casadas con líderes políticos deben dejar de lado sus ambiciones y guardar sus opiniones para ellas mismas, mientras sus esposos están en el poder. Yo tengo mi carrera, pero esa no es una opción para Michelle Obama”.

Este texto refleja la opinión de muchas mujeres que debaten sobre si Obama debió dejar su puesto como ejecutiva de un hospital para tomar el de “mamá-en-jefe”, según ella misma lo bautizó.

Debaten su papel

La discusión ha llegado a blogs, revistas en la red, televisión y radio y ha tocado a algunas mujeres tan prominentes como Carla Bruni Sarkozy. El caso ha tomado este cariz no solamente porque Obama es la primer mujer de raza negra en ocupar el rol de primera dama en Estados Unidos, sino porque tenía una exitosa carrera y la dejó de lado para hacer campaña con su esposo. Ganaba más de 300 mil dólares al año (casi 4 millones de pesos) como vicepresidenta del Centro Médico de la Universidad de Chicago.

En enero, Obama, de 44 años, se convertirá en la segunda primera dama en la historia de Estados Unidos, que tenía una carrera en activo hasta muy poco antes de llegar a la Casa Blanca; Hillary Clinton fue la primera.

Es solamente la tercera en tener un título universitario, en su caso, el de leyes por la Universidad de Harvard; las dos primeras fueron Laura Bush y la misma Clinton.

Así que mientras muchos aplauden a Obama por haber roto la barrera racial, otros arguyen que su esposa quedará atada a un rol tradicional que le queda chico a la graduada de una universidad del Ivy League.

Leslie Morgan Steiner, editora de Mommy Wars, (La guerra de las mamis) una antología de ensayos publicados por Random House, arguyó en la televisión estadounidense que Michelle Obama fue “encerrada en una caja” y que no empezó a ser alabada por la prensa hasta que anunció que se dedicaría 100% a su familia. En la revista online Salon, la periodista Rebecca Traister se queja de lo que llama la “momificación” de Obama, criticando el que los medios se hayan enfocado en su búsqueda de escuela para sus dos niñas, su sentido de la moda y su declaración de que su principal misión en la vida es “ser mamá”.

“¿Por qué nadie se pregunta cómo se adaptará a la pérdida de su personalidad, la de una mujer exitosa, independiente y de alto perfil?”, escribe.

Otras mujeres, en cambio, arguyen que las madres modernas tienen el derecho y la oportunidad de vivir distintas etapas. El feminismo siempre ha buscado dar a las mujeres más opciones, entonces ¿por qué una mujer educada y trabajadora como Obama que decide dedicarse un tiempo a su familia es considerada una víctima?

Invierte en su futuro

Michelle ha prometido utilizar su posición de primera dama como un púlpito para luchar por conseguir un mejor balance entre el trabajo y la familia, para buscar mejores condiciones para las esposas de los militares, entre otras causas. Y sus defensores aseguran que ella redefinirá el rol.

De hecho, muchos aseguran que después de la presidencia su carrera se verá beneficiada “Seamos honestos, lo más seguro es que después de concluir su periodo, cualquier bufete de abogados la contratará enseguida como socia”, dice Karen O’Connor, directora del Instituto de Mujeres y Política de la Universidad Americana. “No se trata de una mujer común que deja su carrera para seguir a su marido a otro lugar. En esta situación, cada año que Michelle sea primera dama, añade más ceros a su futuro sueldo”.

Otros, como Ellen R. Malcolm, presidenta de Emily’s List, dicen que la gente no ha tomado en cuenta la tremenda influencia de alguien en su posición, “Podrá apoyar todas las causas que signifiquen algo para ella. No está dejando algo a cambio de nada”.

Ella misma dijo: “Extraño a mi trabajo, pero lo que estamos haciendo es importante”.

Sin embargo, algunas de sus contrapartes europeas han elegido otro camino, ni Cherie Blair ni Carla Bruni dejaron sus ocupaciones. Blair señaló en su momento: “Dejar mi trabajo nunca me cruzó por la mente”, mientras Bruni está actualmente de gira promocionando su último álbum; sin embargo, ha declarado que no le ha sido fácil equilibrar ambos papeles. “Al principio me preocupó que la gente se lo tomara a mal”, dijo en una entrevista para la NBC, “usualmente las primeras damas se dedican a apoyar a sus maridos; pero luego pensé que para una mujer actual es importante tener un trabajo y mantenerlo”.

New York Times News Service Traducción de Marisa Zannie
Fuente: http://www.eluniversal.com.mx

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