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domingo, 2 de noviembre de 2008

“Combino la dureza de un policía con la calidez de una mujer”

La coronela Bustos se siente orgullosa de ser la primera mujer llamada a hacer el curso de generala. Divide su tiempo entre la Institución y su hogar.
Paola Rojas C.
Colprensa/LA PATRIA
Bogotá

Desde que tenía tan solo 7 años de edad, Luz Marina Bustos ya sabía que su vida la dedicaría a portar un uniforme de Policía. Desde niña la fascinación por la disciplina y el orden, así como el amor por su bandera, la motivaron a trabajar de manera incansable por llegar a ser algún día parte de la fuerza pública del país.

Hoy, después de 29 años al servicio de la Policía Nacional, la coronela tiene el orgullo, no solamente de ser una de las más brillantes de la Institución, sino también de ser la primera mujer en el país a la que se le podría decir ‘La Generala’.

Cuando inició su carrera policial, con tan solo 18 años de edad, ni su familia ni amigos, e incluso ni ella misma, contaban con que sería un camino de nunca acabar que le dejaría innumerables triunfos. Aún recuerda el día en que le dijo a su padre sus aspiraciones profesionales: “No estuvo de acuerdo y trató hacerme cambiar de parecer. Sin embargo, mi amor por el uniforme era tan grande que insistí y no tuvo más camino que apoyarme”.

Madre

Ella es madre de tres hijos varones de 22, 17 y 10 años de edad. Su esposo es un coronel retirado de la Policía y como ella misma dice, juntos han logrado conformar durante 24 años “un hogar recto y sin faltas”.
Ahora, luego de haber sido llamada a hacer el curso de ascenso para Generala, la coronela Bustos deja ver quién es la mujer que está detrás del uniforme verde oliva que viste a diario y cataloga exitosa la incursión del género femenino a las esferas de poder.

El triunfo
- ¿Se esperaba este llamado?
La verdad no. Es algo que siempre tuve presente pero que no esperé que llegara tan pronto. La verdad, fue una sorpresa.
- ¿Qué pensó en ese momento?
Fue una mezcla de sentimientos. Por mi mente pasaron las imágenes de todos aquellos compañeros que ya no están, algunos porque cumplieron la edad reglamentaria, otros porque la muerte les tocó a la puerta. También pensé en los que están secuestrados. Fue una mezcla entre alegría y nostalgia.
- ¿Por qué cree que la eligieron?
No me gusta hablar de mí, pero estoy segura de que este es el reconocimiento a 29 años de perseverancia, fidelidad a mis principios y responsabilidad. Le he entregado mi vida a la Policía y ahora veo que valió la pena.
- ¿Ya se imaginó cómo será su nueva vida de generala?
Aún no despierto y no logro imaginarme en mi nuevo rol. Creo que seguiré siendo la misma mujer disciplinada, estricta pero femenina que he sido hasta ahora. Me preocupa un poco acostumbrarme a llevar una vida pública.
- Usted ha sido el personaje más buscado por los medios desde el día del nombramiento, ¿cómo se ha sentido?
Ha sido muy difícil, pues creo que nunca había hablado tanto como ahora. Siempre he mantenido una vida mucho más privada y discreta, pero no significa que me disguste.
Rompiendo barreras
- ¿Algún día se sintió discriminada por el hecho de ser mujer?
Las cosas han cambiado y ya los hombres han entendido más del papel que desempeñamos las mujeres. Sin embargo, al principio sí lo sentí y ahora me río de aquella época. Hace años los hombres le pedían a Dios no tener una mujer en las filas.
- ¿Este es el primer paso para que las mujeres tengan vía libre en los altos mandos?
Claro que sí. Espero que desde ahora mis compañeras y colegas entiendan que no hay barreras para nosotras y podemos acceder al punto que sea. Mi deseo es que las mujeres soñemos más y confiemos en nuestras capacidades.
- ¿Por qué cree que se demoraron tanto en dar este paso?
La época está cambiando y con ella el pensamiento de los hombres ha ido evolucionando. Todo es un proceso y por fin los resultados se están viendo. Pero ya no es tiempo de mirar atrás y hay que resaltar el grado de humanismo con que se realizó la elección.
Generala en casa
- En el día debe haber un momento en que se quita su uniforme y es Luz Marina Bustos…
Claro, ese es el mejor momento del día. Es ahí donde dejo de ser coronela para ser madre, esposa y mujer. Disfruto cada momento con mis hijos y me trato de olvidar del mundo laboral.
- ¿Quién manda en su casa?
Indudablemente yo soy la que impongo la disciplina (risas). Pero creo que trato de llegar siempre a acuerdos con mis hijos y con mi esposo.
- Usted tiene tres hijos varones, ¿con ellos ha tenido que ser bien generala?
Trato de tener las cosas controladas. Me preocupa qué clase de ciudadanos le voy a entregar al país y por eso me esfuerzo porque no se pierda el control y el orden. Amo a mis hijos y quiero lo mejor para ellos.
La mujer
- En una profesión tan estricta y rígida, ¿cómo hace para no dejar de lado su parte femenina?
Desde el día en que entré a la Policía yo sabía que los cambios serían grandes. Al principio sufrí por no tener tiempo para el arreglo de mis uñas, el corte de mi cabello y hasta el dejar de hacerme mis mascarillas naturales diarias, pero con el tiempo fui entendiendo que la sensibilidad y la feminidad no se perdían nunca. Ahora trato de ser la combinación perfecta entre la dureza de un policía y la calidez de una mujer.

En sus palabras
*Sus gustos: “Hacer gimnasia, caminar, leer sobre geopolítica y bailar todo lo que me pongan”.
*Lo que la enoja: “No tolero el incumplimiento con la Institución ni las mentiras de ningún tipo”.
*Qué no le puede faltar: “Tiempo para estar con mi familia y para dedicarme a mi arreglo personal”.

Hoja de vida impecable
Nació en Pacho (Cundinamarca). Es la actual directora administrativa y financiera de la Policía Nacional. Abogada de la Universidad Católica de Colombia y especializada en Derecho Administrativo de la Universidad Santo Tomás. A lo largo de su carrera policial ha tenido 43 felicitaciones en su carrera y 19 reconocimientos hechos por la institución y autoridades civiles del país.
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