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lunes, 3 de noviembre de 2008

El rostro femenino del poder

Ma. Luisa Díaz de León

MIAMI.- Bondadosas, estúpidas, sexys, peligrosas, retrógradas, de avanzada, vaginales, inteligentes, invisibles y castrantes. Estos adjetivos y más provocan las cuatro mujeres con mayor proyección que haya tenido la política estadunidense: las republicanas Sarah Palin y Cindy McCain, y las demócratas Hillary Clinton y Michelle Obama.

No por nada en esta elección se han roto tabúes y techos de cristal en cuanto a la raza, la edad y el género. Por primera vez en la historia, una mujer negra puede vivir en la Casa Blanca; por primera vez en la historia, una mujer pelea y casi gana la candidatura demócrata para la Presidencia; y por primera vez, una mujer es candidata a la vicepresidencia por el Partido Republicano.

Para entender cuál es el papel que tienen estas mujeres y la herencia que dejarán después de la campaña, Excélsior habló con académicas de distintas universidades y latitudes de Estados Unidos.

Las doctoras Frances Rosenbluth, profesora de Ciencias Políticas de la Universidad de Yale; Lillian Manzor, directora del Programa de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Miami; Paola Bacchetta del Departamento de Género y Estudios de la Mujer de la Universidad de Berkeley, y Mary A. Benanti , de la Universidad de Estado de Nuevo México (NMSU).

Nació en Idaho en 1964; estudió periodismo y fue reina de belleza. Está casada, tiene cinco hijos y es gobernadora del estado de Alaska. Candidata a la vicepresidencia junto con el republicano John McCain.

Nadie la esperaba ni la conocía y de pronto irrumpió con su lipstick en la campaña presidencial.

La figura de Palin es contradictoria, asegura Frances Rosenbluth, pues mientras es una defensora de los valores familiares conservadores, ella no es la típica mujer conservadora porque es obvio que trabaja y está en campaña para ser la vicepresidenta de los Estados Unidos.

Lillian Manzor dice que la nominación de Palin fue una decisión audaz y muy inteligente del Partido Republicano, y lo explica así:

“Gran parte del éxito de la gobernadora de Alaska se debe a su atractivo y sex appeal que logra no sólo por ser una ex reina de belleza; sino que hace alarde de una fuerza que atrae a los hombres. Ella caza desde un helicóptero, mata animales grandes, sabe manejar armas largas y su frase insignia al referirse para la explotación petrolera es: Drill, baby, drill (perfora, baby, perfora)”, comentó.

Toda esto, dice Manzor, provoca la profunda simpatía de los hombres blancos jóvenes de Estados Unidos.

“Palin es muy conservadora y esperemos por el bien del mundo y de las mujeres que ella nunca llegue a ser Presidenta de los Estados Unidos”, agregó la académica.

Para Paola Bacchetta, Palin es lo peor que le pudo haber pasado al movimiento feminista.

“Ella representa un retroceso para el feminismo; como muchas mujeres políticas de derecha en el mundo tiene una agenda antifeminista y pertenece a un partido que se opone a los derechos de las mujeres”, acusó Bacchetta. “Además, es incompetente y oportunista”.

Mary Benanti de NMSU enumeró por qué Sarah Palin causa tanto alboroto: Recogió los frutos de la lucha de las feministas de los 60 y los 70; tiene una carrera y una familia, es una mujer que se hizo a sí misma, y viene de un pueblito de Alaska a querer entrar sin invitación a Washington.

“Los medios han sido brutales en su contra y desafortunadamente la han presentado como estúpida e incompetente. Desestiman sus habilidades, pero a pesar de todo, Palin ha seguido adelante”.

“¿Que está verde? Sí. ¿Es estúpida? No”, aseguró Benanti.

La académica reconoció que la entristece ver cómo algunas feministas se han unido al linchamiento.

“Como mujer yo no sólo demando derechos para las mujeres liberales; yo quiero los derechos de todas las mujeres, por eso apoyo su derecho de aspirar para cualquier puesto y además apoyo la defensa que hace de sus creencias religiosas.

“Nos ha enseñado que llegó el momento en que la nueva generación de Académicas de distintas universidades de Estados Unidos hablaron con Excélsior para entender cuál es el papel y la herencia que dejarán Sarah Palin, Cindy McCain, Michelle Obama y Hillary Clinton

MIAMI.- Bondadosas, estúpidas, sexys, peligrosas, retrógradas, de avanzada, vaginales, inteligentes, invisibles y castrantes. Estos adjetivos y más provocan las cuatro mujeres con mayor proyección que haya tenido la política estadunidense: las republicanas Sarah Palin y Cindy McCain, y las demócratas Hillary Clinton y Michelle Obama.

No por nada en esta elección se han roto tabúes y techos de cristal en cuanto a la raza, la edad y el género. Por primera vez en la historia, una mujer negra puede vivir en la Casa Blanca; por primera vez en la historia, una mujer pelea y casi gana la candidatura demócrata para la Presidencia; y por primera vez, una mujer es candidata a la vicepresidencia por el Partido Republicano.

Para entender cuál es el papel que tienen estas mujeres y la herencia que dejarán después de la campaña, Excélsior habló con académicas de distintas universidades y latitudes de Estados Unidos.

Las doctoras Frances Rosenbluth, profesora de Ciencias Políticas de la Universidad de Yale; Lillian Manzor, directora del Programa de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Miami; Paola Bacchetta del Departamento de Género y Estudios de la Mujer de la Universidad de Berkeley, y Mary A. Benanti , de la Universidad de Estado de Nuevo México (NMSU).

Nació en Idaho en 1964; estudió periodismo y fue reina de belleza. Está casada, tiene cinco hijos y es gobernadora del estado de Alaska. Candidata a la vicepresidencia junto con el republicano John McCain.

Nadie la esperaba ni la conocía y de pronto irrumpió con su lipstick en la campaña presidencial.

La figura de Palin es contradictoria, asegura Frances Rosenbluth, pues mientras es una defensora de los valores familiares conservadores, ella no es la típica mujer conservadora porque es obvio que trabaja y está en campaña para ser la vicepresidenta de los Estados Unidos.

Lillian Manzor dice que la nominación de Palin fue una decisión audaz y muy inteligente del Partido Republicano, y lo explica así:

“Gran parte del éxito de la gobernadora de Alaska se debe a su atractivo y sex appeal que logra no sólo por ser una ex reina de belleza; sino que hace alarde de una fuerza que atrae a los hombres. Ella caza desde un helicóptero, mata animales grandes, sabe manejar armas largas y su frase insignia al referirse para la explotación petrolera es: Drill, baby, drill (perfora, baby, perfora)”, comentó.

Toda esto, dice Manzor, provoca la profunda simpatía de los hombres blancos jóvenes de Estados Unidos.

“Palin es muy conservadora y esperemos por el bien del mundo y de las mujeres que ella nunca llegue a ser Presidenta de los Estados Unidos”, agregó la académica.

Para Paola Bacchetta, Palin es lo peor que le pudo haber pasado al movimiento feminista.

“Ella representa un retroceso para el feminismo; como muchas mujeres políticas de derecha en el mundo tiene una agenda antifeminista y pertenece a un partido que se opone a los derechos de las mujeres”, acusó Bacchetta. “Además, es incompetente y oportunista”.

Mary Benanti de NMSU enumeró por qué Sarah Palin causa tanto alboroto: Recogió los frutos de la lucha de las feministas de los 60 y los 70; tiene una carrera y una familia, es una mujer que se hizo a sí misma, y viene de un pueblito de Alaska a querer entrar sin invitación a Washington.

“Los medios han sido brutales en su contra y desafortunadamente la han presentado como estúpida e incompetente. Desestiman sus habilidades, pero a pesar de todo, Palin ha seguido adelante”.

“¿Que está verde? Sí. ¿Es estúpida? No”, aseguró Benanti.

La académica reconoció que la entristece ver cómo algunas feministas se han unido al linchamiento.

“Como mujer yo no sólo demando derechos para las mujeres liberales; yo quiero los derechos de todas las mujeres, por eso apoyo su derecho de aspirar para cualquier puesto y además apoyo la defensa que hace de sus creencias religiosas.

“Nos ha enseñado que llegó el momento en que la nueva generación de mujeres gane los puestos públicos. Creo que ella ha cambiado la política para siempre, principalmente para las mujeres conservadoras, pues ya tienen su modelo a seguir y la consideran su heroína.

“Nunca más las mujeres aceptarán una fórmula de campaña sin que haya mujeres candidatas”, adviertió Benanti.

Nació en Phoenix, Arizona en 1954. Es empresaria y dueña de Hensley & Company, la mayor distribuidora de cerveza de EU.

Tiene cuatro hijos: tres biológicos y una adoptada en el orfanato de Bangladesh de la Madre Teresa de Calcuta. Estudió la mestría en Educación Especial y reconoció en público haber sido adicta a medicamentos contra el dolor.

Cindy McCain es la rubia perfectamente peinada y con una sonrisa perenne que siempre aparece en la tele atrás de su esposo John McCain.

Para la mayoría de las entrevistadas, la esposa del candidato republicano es un personaje que ni pesa ni influye.

Es la representación del rol tradicional de la esposa del político y del dicho “detrás de un gran hombre, hay una gran mujer”.

Paola Bacchetta estima que Cindy McCain es como las esposas de los presidentes Bush –Barbara y Laura—, o sea, sólo acompañantes sin un rol activo.

“El dinero que tiene es herencia de su padre; y su fama se la debe a su esposo”, dice.

Para Mary Benanti la esposa del republicano es una mujer sumante sensible y bondadosa.

“Es una empresaria exitosa y puede llevar a la Casa Blanca su gracia”, explicó. “Trabajó con la Madre Teresa de Calcuta y adoptó a uno de sus hijos en uno de los orfanatos sin consultarlo con su esposo. La caridad y la bondad son raras en este mundo.

“De nuevo, la prensa ha tendido a subestimarla y sobre criticarla, pero ella también cambiaría la Casa Blanca”, dice.

Nació en Chicago en 1964 hija de empleados municipales. Estudió Derecho en Académicas de distintas universidades de Estados Unidos hablaron con Excélsior para entender cuál es el papel y la herencia que dejarán Sarah Palin, Cindy McCain, Michelle Obama y Hillary Clinton

MIAMI.- Bondadosas, estúpidas, sexys, peligrosas, retrógradas, de avanzada, vaginales, inteligentes, invisibles y castrantes. Estos adjetivos y más provocan las cuatro mujeres con mayor proyección que haya tenido la política estadunidense: las republicanas Sarah Palin y Cindy McCain, y las demócratas Hillary Clinton y Michelle Obama.

No por nada en esta elección se han roto tabúes y techos de cristal en cuanto a la raza, la edad y el género. Por primera vez en la historia, una mujer negra puede vivir en la Casa Blanca; por primera vez en la historia, una mujer pelea y casi gana la candidatura demócrata para la Presidencia; y por primera vez, una mujer es candidata a la vicepresidencia por el Partido Republicano.

Para entender cuál es el papel que tienen estas mujeres y la herencia que dejarán después de la campaña, Excélsior habló con académicas de distintas universidades y latitudes de Estados Unidos.

Las doctoras Frances Rosenbluth, profesora de Ciencias Políticas de la Universidad de Yale; Lillian Manzor, directora del Programa de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Miami; Paola Bacchetta del Departamento de Género y Estudios de la Mujer de la Universidad de Berkeley, y Mary A. Benanti , de la Universidad de Estado de Nuevo México (NMSU).

Nació en Idaho en 1964; estudió periodismo y fue reina de belleza. Está casada, tiene cinco hijos y es gobernadora del estado de Alaska. Candidata a la vicepresidencia junto con el republicano John McCain.

Nadie la esperaba ni la conocía y de pronto irrumpió con su lipstick en la campaña presidencial.

La figura de Palin es contradictoria, asegura Frances Rosenbluth, pues mientras es una defensora de los valores familiares conservadores, ella no es la típica mujer conservadora porque es obvio que trabaja y está en campaña para ser la vicepresidenta de los Estados Unidos.

Lillian Manzor dice que la nominación de Palin fue una decisión audaz y muy inteligente del Partido Republicano, y lo explica así:

“Gran parte del éxito de la gobernadora de Alaska se debe a su atractivo y sex appeal que logra no sólo por ser una ex reina de belleza; sino que hace alarde de una fuerza que atrae a los hombres. Ella caza desde un helicóptero, mata animales grandes, sabe manejar armas largas y su frase insignia al referirse para la explotación petrolera es: Drill, baby, drill (perfora, baby, perfora)”, comentó.

Toda esto, dice Manzor, provoca la profunda simpatía de los hombres blancos jóvenes de Estados Unidos.

“Palin es muy conservadora y esperemos por el bien del mundo y de las mujeres que ella nunca llegue a ser Presidenta de los Estados Unidos”, agregó la académica.

Para Paola Bacchetta, Palin es lo peor que le pudo haber pasado al movimiento feminista.

“Ella representa un retroceso para el feminismo; como muchas mujeres políticas de derecha en el mundo tiene una agenda antifeminista y pertenece a un partido que se opone a los derechos de las mujeres”, acusó Bacchetta. “Además, es incompetente y oportunista”.

Mary Benanti de NMSU enumeró por qué Sarah Palin causa tanto alboroto: Recogió los frutos de la lucha de las feministas de los 60 y los 70; tiene una carrera y una familia, es una mujer que se hizo a sí misma, y viene de un pueblito de Alaska a querer entrar sin invitación a Washington.

“Los medios han sido brutales en su contra y desafortunadamente la han presentado como estúpida e incompetente. Desestiman sus habilidades, pero a pesar de todo, Palin ha seguido adelante”.

“¿Que está verde? Sí. ¿Es estúpida? No”, aseguró Benanti.

La académica reconoció que la entristece ver cómo algunas feministas se han unido al linchamiento.

“Como mujer yo no sólo demando derechos para las mujeres liberales; yo quiero los derechos de todas las mujeres, por eso apoyo su derecho de aspirar para cualquier puesto y además apoyo la defensa que hace de sus creencias religiosas.

“Nos ha enseñado que llegó el momento en que la nueva generación de mujeres gane los puestos públicos. Creo que ella ha cambiado la política para siempre, principalmente para las mujeres conservadoras, pues ya tienen su modelo a seguir y la consideran su heroína.

“Nunca más las mujeres aceptarán una fórmula de campaña sin que haya mujeres candidatas”, adviertió Benanti.

Nació en Phoenix, Arizona en 1954. Es empresaria y dueña de Hensley & Company, la mayor distribuidora de cerveza de EU.

Tiene cuatro hijos: tres biológicos y una adoptada en el orfanato de Bangladesh de la Madre Teresa de Calcuta. Estudió la mestría en Educación Especial y reconoció en público haber sido adicta a medicamentos contra el dolor.

Cindy McCain es la rubia perfectamente peinada y con una sonrisa perenne que siempre aparece en la tele atrás de su esposo John McCain.

Para la mayoría de las entrevistadas, la esposa del candidato republicano es un personaje que ni pesa ni influye.

Es la representación del rol tradicional de la esposa del político y del dicho “detrás de un gran hombre, hay una gran mujer”.

Paola Bacchetta estima que Cindy McCain es como las esposas de los presidentes Bush –Barbara y Laura—, o sea, sólo acompañantes sin un rol activo.

“El dinero que tiene es herencia de su padre; y su fama se la debe a su esposo”, dice.

Para Mary Benanti la esposa del republicano es una mujer sumante sensible y bondadosa.

“Es una empresaria exitosa y puede llevar a la Casa Blanca su gracia”, explicó. “Trabajó con la Madre Teresa de Calcuta y adoptó a uno de sus hijos en uno de los orfanatos sin consultarlo con su esposo. La caridad y la bondad son raras en este mundo.

“De nuevo, la prensa ha tendido a subestimarla y sobre criticarla, pero ella también cambiaría la Casa Blanca”, dice.

Nació en Chicago en 1964 hija de empleados municipales. Estudió Derecho en Harvard donde conoció a su esposo Barack Obama con quien tiene dos hijas. Tiene su propia carrera como abogada.

Michelle Obama entusiasma a las académicas pues es joven, profesionista exitosa, tiene una familia y está a punto de convertirse en la primera mujer negra en vivir en la Casa Blanca en el rol de Primera Dama.

“Michelle Obama tiene los pantalones bien puestos”, asegura animada Lillian Manzor. “Con Michell se entrecruzan dos asuntos que son cruciales: la raza y el género. La atacan por ser negra y por ser mujer; aunque el racismo es más profundo en Estados Unidos”, aseguró la experta en estudios Latinoamericanos.

Bacchetta agregó que Michelle es muy intelingente, feminista y representa un cambio drástico de las esposas de los presidentes. Ella apoya los derechos de las mujeres y si gana Obama, será la Primera Dama de más avanzada que haya tenido este país.

Benanty agregó que la esposa de Barack también está disfrutando de las luchas que la generación de Hillary Clinton peleó.

“Ella cambiará la imagen de la Primera Dama, así como lo hicieron Jackie Kennedy y Hillary Clinton”, señala Benanti.

Hillary Clinton. La pionera

Nació en Chicago en 1947; es abogada por la universidad de Yale y fue la Primera Dama más involucrada y activa durante la presidencia de su popular esposo, Bill Clinton (1993-2001). Tiene una hija y es senadora por Nueva York. Perdió ante Barack Obama la candidatura demócrata por la Presidencia de Estados Unidos.

Todas la admiran y le agradecen lo que ha hecho por las mujeres que participan en política en Estados Unidos.

La doctora Rosenbluth explicó que hay que considerar la existencia del voto por género pues, a diferencia de los hombres, a medida que pasan los años las mujeres que trabajan tienden a votar cada vez más inclinadas a la izquierda.

“Las mujeres trabajadoras apoyaron a Hillary Clinton porque representaba su realidad.

“Lo que si es claro, es que no existe un voto femenino en bloque; Barack Obama le ganó a Clinton no porque sea hombre, sino porque ella representaba más de lo mismo; y él es una figura fresca que puede cambiar las cosas”.

Desde la Universidad de Estado de Nuevo México (NMSU), Mary A. Benanti aseguró que Clinton le demostró al país que las mujeres deben buscar la Presidencia.

“Se enfrentó a los estereotipos, corrió el riesgo y demostró cómo las mujeres deben competir; además, ha demostrado la mayor clase y dignidad en la forma en que ha afrontado su derrota.

“Lo que también vimos en los medios, y en algunos líderes del partido encasillados en los estereotipos machos es que la calificaron como castrante o que incluso la llamaron “¡la candidata vaginal!

“Cuando todo esto termine, tendrán vergüenza de la forma en que la trataron”, denuncia Benanti.

Fuente: http://www.exonline.com.mx

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