Defectos de las famosas

Las modelos y actrices que más dinero cobran por su físico, también tienen defectos con los que la cirugía no puede y les encantaría ocultar. Y tú, chica de la calle, que en ocasiones te gustaría ser invisible, qué aliviada te vas a quedar al saber que Shakira mide medio metro mal medido o que Eva Longoria tiene las nalgas por las rodillas.

A continuación te mostramos una serie de taras físicas de las famosas más cotizadas, y esperamos que nos digas cuál de todas te parece más impactante.

Por comenzar con el desvirtuado producto nacional, tenemos a Rossy de Palma con su nariz que bien podría actuar como perchero de abrigos en la consulta del otorrinolaringólogo. Aunque la satisfacción con su apéndice olfativo es indirectamente proporcional a su belleza: ella está encantada con esa macro-pinocha, y en Marujeo lo celebramos a lo grande, por no perder la proporcionalidad:


Una malformación genética difícil de disimular, y aún más en verano, es la de Halle Berry: tiene seis dedos en cada pie. Pero ello no le impide lucir esos dátiles extra con chanclas de suela dura del mercadillo:


Otra extraña tara es la de la prestigiosa modelo Karolina Kurkova, quien por desconocidos motivos, carece de ombligo. No sabemos si se habrá sometido a alguna cirugía o si habrá nacido en la probeta de un laboratorio, el caso es que ella se abstiene de comentar nada al respecto mientras tiene al mundo en vilo con tal curiosidad. Una belleza tan dulce, y tan grimosa a la vez:


Por recurrir a las de siempre, tenemos a Victoria Beckham con sus espantosas piernas y su culo plano como la pista de aterrizaje de la Terminal 4 de Barajas, Madrid –esa ciudad que huele a ajo-, pero que ella luce con infinito orgullo. Podría cuidarse y taparse un poco más, aunque sea por respeto a los demás:


Angelina Jolie, la que está en todos los rankings de mujeres echadas a perder, luce unas terroríficas garras y unas venas que recorren sus brazos hasta llegar al infierno:


Un defecto menos inédito y peculiar es el de Mischa Barton, invadida de nalgas a tobillos por una epidémica celulitis:


Y para finalizar, el ojo tuerto de Paris Hilton, que a pesar de todas las juergas y erosiones intermedias que se corre la multimillonaria, no ha terminado de aceptar ese obstáculo facial:


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