De moda la política (12 mujeres poderosas)
En la vida política, no sólo hay que tener mucha valentía, labia y astucia, sino que te tienes que ver impecable. Ya sea como esposa de un candidato o dignatario, como princesa de un país o como candidata a un puesto político, varias mujeres se han convertido en blanco de opositores políticos y paparazis por igual.
Mientras unas han sido definidas como íconos de la moda, otras han dado de qué hablar, ya sea por sus peinados o su vestimenta, pero lo cierto es que todas han luchado por no pasar inadvertidas.
En A tu manera, recopilamos una lista de 12 mujeres poderosas que han sido examinadas por el ojo público y, de una manera u otra, se han convertido en símbolos de la moda.
Jacqueline Kennedy Onassis (1929-1994)
Jacqueline Lee Bouvier Kennedy Onassis era una mujer de alta sociedad que se casó con el entonces senador demócrata John “Jack” Kennedy en 1953. Cuando su esposo llegó a la presidencia en 1963, Jackie se convirtió en símbolo de elegancia en la Casa Blanca y favorecía trajes de diseñadores franceses, lo que fue considerado un símbolo de deslealtad por los diseñadores norteamericanos.
Durante la presidencia, el mundo tuvo la oportunidad de ver el estilo, gracia y elegancia de Jackie ya que la Primera Dama y el Presidente mantenían una activa agenda social y cultural, celebrando cenas con dignatarios, asistiendo a conciertos y presidiendo fiestas en la Casa Blanca. En todas, Jackie siempre se distinguió por su buen gusto.
Quizás la pieza clave del vestuario de Jackie fueron sus gafas de sol, redondas e inmensas, Oleg Cassini, se convirtió en el diseñador oficial de la Primera Dama. La contribución de Cassini a la imagen de Jackie incluyó el llamado “look Camelot”, que incluía el vestido de línea A y el sombrero estilo pillbox.
Carla Bruni
Si algo tiene la ahora primera dama de Francia es estilo. Su carrera como modelo ya era legendaria cuando decidió casarse con el presidente galo Nicolas Sarkozy, y ha sido reconocida por su estilo desenfadado y su desprecio por el qué dirán.
Nacida en Italia, Carla Bruni se crió en Francia y fue modelo de los grandes como Christian Dior, Givenchy, Yves Saint-Laurent y Karl Lagerfeld, por mencionar sólo algunos. Entonces, no es casualidad que la también cantante tenga un conocimiento íntegro de lo que es el buen gusto.
Sarah Palin
Mucho se ha hablado del cabello de la gobernadora de Alaska y aspirante republicana a la vicepresidencia Sarah Palin. Palabras como “anticuado”, “demasiado serio” o incluso “de viejita”, y parece que ha escuchado, porque ha ido suavizando su imagen y la ha hecho más juvenil.
Ha sido imitada por sus manerismos y sus expresiones y celosamente protegida de la prensa, pero en cuanto a su forma de vestir, Palin no tiene miedo a las faldas cortas y botas altas, los colores brillantes o los zapatos de diseñador.
Sus espejuelos también son envidiados tanto por hombres como mujeres -mercadeados como unisex por el diseñador Kazuo Kawasaki- y, si no saliera favorecida en las elecciones, al menos quedará en las páginas de la moda.
Diana de Gales (1961 - 1997)
Cuando se casó con el príncipe Carlos de Inglaterra, la joven Diana Spencer comenzaba una vida de cuentos de hadas, pero las infidelidades y escándalos la llevaron a sufrir de bulimia y depresión. En el exterior, sin embargo, Diana siempre reflejó elegancia, vistiendo trajes de diseñadores ingleses como Arabella Pollen, Bruce Oldfield, Amanda Wakeley y Catherine Walker y, una vez se divorció, abrió las proverbiales alas y se aventuró a lucir diseños de Versace, Christian Lacroix, Ungaro y Chanel. El color rojo siempre fue uno de sus favoritos, y su estilo, copiado alrededor del mundo.
Evita Perón (1919-1952)
María Eva Duarte de Perón salió de oscuros orígenes y, de ser modelo y actriz, pasó a ser la segunda esposa del presidente Juan Domingo Perón y un ícono en la lucha por los derechos de los trabajadores en Argentina.
“Evita”, como se le conoce mundialmente, fue un símbolo por los elaborados peinados de su cabellera rubia, además de sus trajes extravagantes que, sin embargo, fue suavizando luego de un viaje por Europa. Ya no usaría los trajes rígidos y los sombreros elaborados de los diseñadores argentinos, pero favorecería las creaciones de Christian Dior y las joyas de Cartier.
El estilo de Evita sigue siendo admirado mundialmente, como un símbolo de una mujer que se convirtió en el epítome de la clase y la lucha política.
Cristina Fernández
La presidenta de Argentina es una conocida fashionista y luce con frecuencia guantes, pañuelos, largos collares de perlas, anillos y zapatos de fino cuero. Acostumbrada a estar en el ojo público como primera dama -su esposo Néstor Kirchner fue presidente antes que ella-, Cristina siempre ha sabido manejar su imagen para atraer simpatía, lo que le ha ganado una fama de ser superficial. Sin embargo, no se puede negar que la presidenta, aunque baje en popularidad, sigue al tope de la moda.
Grace Kelly (1929-1982)
La palabra para describir a quien fuera la princesa de Mónaco es, precisamente, gracia. Grace fue una exitosa actriz -ganando un Oscar por la película “The Country Girl”- antes de conocer al príncipe Rainiero de Mónaco, quien se casó con ella en 1956.
Los trajes de Kelly al estilo Hollywood, sus sombreros y sus joyas todavía son reconocidos como exquisitos y, 26 años después de su trágica muerte en un accidente de automóvil, sigue siendo una musa para muchos diseñadores, entre ellos la casa Hermes, que bautizó una cartera en su honor.
Michelle Obama
Esta noche se decide si se convierte en la primera dama de Estados Unidos, pero Michelle Obama ha jugado el papel de esposa del candidato Barack Obama con gracia y soltura, con trajes sencillos de chaqueta y falda en colores sólidos o, por el contrario, trajes floreados y coloridos.
En su reciente visita a Puerto Rico, acaparó las miradas al usar una blusa expertamente combinada con una falda negra y unos tacos sencillos. La atención la acapararon su torso y su rostro, siempre maquillado con colores suaves. Michelle también ha convertido a sus hijas en íconos de la moda, y el hecho de que las tres parecen estar siempre combinadas no parece ser equivocación.
Condoleezza Rice
Una de las mujeres más poderosas del mundo, la secretaria de Estado ha estado en el ojo crítico no sólo por su gestión política sino por sus peinados, considerados muy anticuados en un principio -con un flip que le hacía ver el cabello acartonado-, pero ahora más libres.
Condoleezza se viste con la seriedad que exige su puesto, con trajes de chaqueta y falda y un perenne collar de perlas que sólo cambia en favor de una sencilla cadena de oro.
Wallis Simpson (1895 - 1986)
A la duquesa de Windsor se le reconoce, en primera instancia, por el severo peinado con raya al medio que lució durante toda su vida. Su amorío con el príncipe Eduardo de Inglaterra fue un escándalo que le llevó a abdicar el trono en 1936. Así se solidificaba la reputación de Simpson como una mujer de armas tomar.
Simpson vistió sombreros, guantes y vestidos de las mejores casas y diseñadores, como Elsa Schiaparelli, y lanzó la moda de las uñas pintadas de color rojo. Charles Revson -quien crearía el imperio Revlon- aprovechó la idea y creó un esmalte rojo fuego que bautizó “Wallis”.
Felisa Rincón de Gautier (1897-1994)
La alcaldesa de San Juan, entre 1946 y 1968, fue un ícono por sus elaborados peinados de trenzas, sus perlas, sus encajes y, por supuesto, su inseparable abanico. Aunque la moda de Doña Fela ya no puede ser considerada a la moda per se, sí es una figura icónica que los puertorriqueños recuerdan con cariño.
Rania de Jordania
Hija de padres palestinos y esposa del rey Abdullah II de Jordania, es una mujer educada al estilo occidental y su ropa lo refleja: las faldas a la rodilla, los mahones y las chaquetas no son extrañas en su ropero.
Rania se convirtió en la reina más joven del mundo al ser coronada en 1993, con apenas 23 años de edad, y muchos la llaman la nueva Lady Di o en liga con Carolina de Mónaco. Su figura delicada siempre ha sido agraciada con las mejores modas del mundo, entre ellas Dior, Ralph Lauren, Valentino, Gucci, Chanel y Prada.
Fuente: http://www.primerahora.com/
Mientras unas han sido definidas como íconos de la moda, otras han dado de qué hablar, ya sea por sus peinados o su vestimenta, pero lo cierto es que todas han luchado por no pasar inadvertidas.
En A tu manera, recopilamos una lista de 12 mujeres poderosas que han sido examinadas por el ojo público y, de una manera u otra, se han convertido en símbolos de la moda.
Jacqueline Kennedy Onassis (1929-1994)
Jacqueline Lee Bouvier Kennedy Onassis era una mujer de alta sociedad que se casó con el entonces senador demócrata John “Jack” Kennedy en 1953. Cuando su esposo llegó a la presidencia en 1963, Jackie se convirtió en símbolo de elegancia en la Casa Blanca y favorecía trajes de diseñadores franceses, lo que fue considerado un símbolo de deslealtad por los diseñadores norteamericanos.
Durante la presidencia, el mundo tuvo la oportunidad de ver el estilo, gracia y elegancia de Jackie ya que la Primera Dama y el Presidente mantenían una activa agenda social y cultural, celebrando cenas con dignatarios, asistiendo a conciertos y presidiendo fiestas en la Casa Blanca. En todas, Jackie siempre se distinguió por su buen gusto.
Quizás la pieza clave del vestuario de Jackie fueron sus gafas de sol, redondas e inmensas, Oleg Cassini, se convirtió en el diseñador oficial de la Primera Dama. La contribución de Cassini a la imagen de Jackie incluyó el llamado “look Camelot”, que incluía el vestido de línea A y el sombrero estilo pillbox.
Carla Bruni
Si algo tiene la ahora primera dama de Francia es estilo. Su carrera como modelo ya era legendaria cuando decidió casarse con el presidente galo Nicolas Sarkozy, y ha sido reconocida por su estilo desenfadado y su desprecio por el qué dirán.
Nacida en Italia, Carla Bruni se crió en Francia y fue modelo de los grandes como Christian Dior, Givenchy, Yves Saint-Laurent y Karl Lagerfeld, por mencionar sólo algunos. Entonces, no es casualidad que la también cantante tenga un conocimiento íntegro de lo que es el buen gusto.
Sarah Palin
Mucho se ha hablado del cabello de la gobernadora de Alaska y aspirante republicana a la vicepresidencia Sarah Palin. Palabras como “anticuado”, “demasiado serio” o incluso “de viejita”, y parece que ha escuchado, porque ha ido suavizando su imagen y la ha hecho más juvenil.
Ha sido imitada por sus manerismos y sus expresiones y celosamente protegida de la prensa, pero en cuanto a su forma de vestir, Palin no tiene miedo a las faldas cortas y botas altas, los colores brillantes o los zapatos de diseñador.
Sus espejuelos también son envidiados tanto por hombres como mujeres -mercadeados como unisex por el diseñador Kazuo Kawasaki- y, si no saliera favorecida en las elecciones, al menos quedará en las páginas de la moda.
Diana de Gales (1961 - 1997)
Cuando se casó con el príncipe Carlos de Inglaterra, la joven Diana Spencer comenzaba una vida de cuentos de hadas, pero las infidelidades y escándalos la llevaron a sufrir de bulimia y depresión. En el exterior, sin embargo, Diana siempre reflejó elegancia, vistiendo trajes de diseñadores ingleses como Arabella Pollen, Bruce Oldfield, Amanda Wakeley y Catherine Walker y, una vez se divorció, abrió las proverbiales alas y se aventuró a lucir diseños de Versace, Christian Lacroix, Ungaro y Chanel. El color rojo siempre fue uno de sus favoritos, y su estilo, copiado alrededor del mundo.
Evita Perón (1919-1952)
María Eva Duarte de Perón salió de oscuros orígenes y, de ser modelo y actriz, pasó a ser la segunda esposa del presidente Juan Domingo Perón y un ícono en la lucha por los derechos de los trabajadores en Argentina.
“Evita”, como se le conoce mundialmente, fue un símbolo por los elaborados peinados de su cabellera rubia, además de sus trajes extravagantes que, sin embargo, fue suavizando luego de un viaje por Europa. Ya no usaría los trajes rígidos y los sombreros elaborados de los diseñadores argentinos, pero favorecería las creaciones de Christian Dior y las joyas de Cartier.
El estilo de Evita sigue siendo admirado mundialmente, como un símbolo de una mujer que se convirtió en el epítome de la clase y la lucha política.
Cristina Fernández
La presidenta de Argentina es una conocida fashionista y luce con frecuencia guantes, pañuelos, largos collares de perlas, anillos y zapatos de fino cuero. Acostumbrada a estar en el ojo público como primera dama -su esposo Néstor Kirchner fue presidente antes que ella-, Cristina siempre ha sabido manejar su imagen para atraer simpatía, lo que le ha ganado una fama de ser superficial. Sin embargo, no se puede negar que la presidenta, aunque baje en popularidad, sigue al tope de la moda.
Grace Kelly (1929-1982)
La palabra para describir a quien fuera la princesa de Mónaco es, precisamente, gracia. Grace fue una exitosa actriz -ganando un Oscar por la película “The Country Girl”- antes de conocer al príncipe Rainiero de Mónaco, quien se casó con ella en 1956.
Los trajes de Kelly al estilo Hollywood, sus sombreros y sus joyas todavía son reconocidos como exquisitos y, 26 años después de su trágica muerte en un accidente de automóvil, sigue siendo una musa para muchos diseñadores, entre ellos la casa Hermes, que bautizó una cartera en su honor.
Michelle Obama
Esta noche se decide si se convierte en la primera dama de Estados Unidos, pero Michelle Obama ha jugado el papel de esposa del candidato Barack Obama con gracia y soltura, con trajes sencillos de chaqueta y falda en colores sólidos o, por el contrario, trajes floreados y coloridos.
En su reciente visita a Puerto Rico, acaparó las miradas al usar una blusa expertamente combinada con una falda negra y unos tacos sencillos. La atención la acapararon su torso y su rostro, siempre maquillado con colores suaves. Michelle también ha convertido a sus hijas en íconos de la moda, y el hecho de que las tres parecen estar siempre combinadas no parece ser equivocación.
Condoleezza Rice
Una de las mujeres más poderosas del mundo, la secretaria de Estado ha estado en el ojo crítico no sólo por su gestión política sino por sus peinados, considerados muy anticuados en un principio -con un flip que le hacía ver el cabello acartonado-, pero ahora más libres.
Condoleezza se viste con la seriedad que exige su puesto, con trajes de chaqueta y falda y un perenne collar de perlas que sólo cambia en favor de una sencilla cadena de oro.
Wallis Simpson (1895 - 1986)
A la duquesa de Windsor se le reconoce, en primera instancia, por el severo peinado con raya al medio que lució durante toda su vida. Su amorío con el príncipe Eduardo de Inglaterra fue un escándalo que le llevó a abdicar el trono en 1936. Así se solidificaba la reputación de Simpson como una mujer de armas tomar.
Simpson vistió sombreros, guantes y vestidos de las mejores casas y diseñadores, como Elsa Schiaparelli, y lanzó la moda de las uñas pintadas de color rojo. Charles Revson -quien crearía el imperio Revlon- aprovechó la idea y creó un esmalte rojo fuego que bautizó “Wallis”.
Felisa Rincón de Gautier (1897-1994)
La alcaldesa de San Juan, entre 1946 y 1968, fue un ícono por sus elaborados peinados de trenzas, sus perlas, sus encajes y, por supuesto, su inseparable abanico. Aunque la moda de Doña Fela ya no puede ser considerada a la moda per se, sí es una figura icónica que los puertorriqueños recuerdan con cariño.
Rania de Jordania
Hija de padres palestinos y esposa del rey Abdullah II de Jordania, es una mujer educada al estilo occidental y su ropa lo refleja: las faldas a la rodilla, los mahones y las chaquetas no son extrañas en su ropero.
Rania se convirtió en la reina más joven del mundo al ser coronada en 1993, con apenas 23 años de edad, y muchos la llaman la nueva Lady Di o en liga con Carolina de Mónaco. Su figura delicada siempre ha sido agraciada con las mejores modas del mundo, entre ellas Dior, Ralph Lauren, Valentino, Gucci, Chanel y Prada.
Fuente: http://www.primerahora.com/
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